Un posible acercamiento a los perfiles feminicidas

Foto tomada por Valeria Angulo, 2014
¿Se puede hablar de un perfil para reconocer a un feminicida?, no, pero si se puede mencionar algunas características, por ejemplo son celosos, posesivos, machistas, obsesivos e inestables emocionalmente, así lo indican algunos especialistas.
Andrea Mojica magister en psicoanálisis, subjetividad y cultura, psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia, menciona que los victimarios o los hombres agresores son machistas, se creen dueños absolutos de la mujer, muestran conductas de control y posesividad, y muchos de ellos se esconden o mantienen una imagen falsa para acercarse a sus víctimas. Con esto se ve claramente una división de géneros, una organización que ubica a los hombres como los que movilizan la sociedad, como los dueños, los más justos, en contraste con el lugar que históricamente han tenido las mujeres.
El 24 de mayo del 2012 el país se conmociono con la noticia de una mujer que había sido encontrada en el parque nacional, Rosa Elvira Cely ella fue la víctima, y la revista Semana se refirió a este como “un crimen abominable” por las condiciones en que fue encontrada. Esta mujer se encontraba con extremidades inferiores desnudas y tenía laceraciones en los brazos y en torno al cuello que sugerían un intento de estrangulamiento. Pero además padecía graves heridas en las zonas íntimas, donde sangraba […] le encontraron la pelvis y el útero rotos como consecuencia de un palo que le habían introducido por el ano. Dentro del cuerpo se hallaron rastros de yerba y astillas. Rita Laura Segato Ph. D. en Antropología Social e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones, habla de la escritura en los cuerpos de las mujeres asesinadas en ciudad Juárez. Menciona que estos ataques van más allá de las anomalías mentales o sociales, estos resultan ser expresiones para demostrar la posesión, autoridad, pertenencia y dominio de la mujer, así como se evidenció en el caso de Rosa Elvira. En marzo de 2015 la corte declaró por primera vez un asesinato como feminicidio.
El victimario Alexander de Jesús Ortiz Ramírez, acusado de asesinar a Sandra Correa, mujer con la que había tenido una relación sentimental y quién era la madre de su hija. Según las investigaciones este hombre celaba a su mujer constantemente y en el 2009 le propino a Sandra Correa nueve puñaladas. La corte suprema menciono en este caso que el victimario presentaba señales de ser obsesivo, celoso y controlador.
Por otro lado se encuentra Javier Velasco, el responsable del asesinato de Rosa Elvira Cely. En un principio este hombre no fue identificado hasta que la víctima logro relatar lo ocurrido y mencionar a los responsables. Javier Velasco era un hombre que aparentemente tenía buenas relaciones con las personas más cercanas, lo que hizo que se ganara la confianza de Rosa, y las señales para identificarlo como feminicida eran pocas, aparentemente no era un hombre obsesivo o inestable emocionalmente, a pesar de que había sido acusado de abusar sexualmente de una de sus hijastras, cosa que muchos desconocían.
En términos de la victimología se han encontrado que en los casos de asesinato o de homicidio, él victimario es hombre, también por una presunción social de que las mujeres son frágiles y emocionales, que están orientadas al cuidado del otro, “pero también se pueden encontrar mujeres siendo victimarias”, menciona Andrea Mojica.
Por último el portal Web Pulzo, en una noticia publicada en marzo del 2015 informa que en lo corrido del año se ha presentado 126 feminicidios. Con esto se demuestra que a pesar de las estrategias para prevenir, sensibilizar y minimizar esta problemática, las cifras aún son elevadas y aún no se cuenta con un perfil establecido que permita identificar con fidelidad a una persona que pueda llegar hacer potencialmente feminicida, debido a que no todos presentan síntomas psicóticos.
Finalmente y teniendo en cuenta los feminicidios cometidos por Alexander de Jesús Ortiz Ramírez y Javier Velasco, se evidencia que los perfiles pueden ser opuestos, múltiples, por lo que no se puede establecer alguno de manera fidedigna, sin embargo hay un circulo de violencia y una serie de características que puede alertar a la mujer sobre la presencia de un posible agresor.
Por: Valeria Angulo Tarapuez