Los medios de comunicación
El mal nombramiento de los casos de feminicidio, perpetúa la violencia de género

Fotografía de archivo. Tomada por Angie Lizeth Alvarado. 2014.
Los medios de comunicación siguen nombrando al feminicidio como “crimen pasional”, quitándole el trasfondo de violencia de género y absolviendo de toda culpa a la cultura machista.
Recientemente la Corte Constitucional emitió una histórica condena, al reconocer por primera vez al feminicidio como agravante penal en el caso contra Jesús Ortíz Ramírez, siguiendo lo estipulado en el apartado 11 del artículo 104 del Código Penal que fue introducido por la Ley 1257 de 2008, y haciendo un llamado de atención indirecto a todas instituciones que participan de la opinión pública para que nombren correctamente el delito.
Muchas organizaciones por los derechos de las mujeres han denunciado constantemente que los casos nombrados como “crímenes pasionales” le quitan el trasfondo de violencia de género al feminicidio, y absuelven de toda culpa a la cultura machista.
La Doctora en Antropología de la Fundação Universida de de Brasilia y autora del libro “Crimen pasional: contribución a una antropología de las emociones”, Myriam Jimeno Santoyo afirma en su texto que “se piensa que el criminal pasional no representa un peligro social y se lo debe considerar de manera benigna”, que al darle una noción de pasión al hecho se justifica el crimen al “invocar al amor” y a la emoción. Así mismo, afirma que “la violencia como acción intencional de causar daño a otro no puede entenderse como el producto exclusivo de estados de alteración emocional, sino que en su empleo inciden, inseparablemente, creencias, percepciones y valores de origen histórico-cultural”.
Según Mar Candela, vocera de la Marcha de las Putas en Colombia y activista por los derechos de las mujeres, la cultura machista justifica el asesinato de una mujer, ya que “el que seamos putas sirve como excusa para que nos maten y nos violen, porque somos ‘malas mujeres’”. En este sentido, el que aún se nombren los feminicidios como crímenes pasiones sirve como una estrategia de invisibilización y naturalización de la violencia de género.
El II Estudio de Tolerancia Social e Institucional frente a las Violencias hacia las Mujeres realizado por la Consejería para la Equidad de la Mujer y dado a conocer el pasado 4 de marzo, revela cómo de todos los ciudadanos entrevistados el 24 por ciento piensan que “las mujeres que se meten con hombres violentos no se deben quejar de que las golpeen”. Esto permite afirmar que la cultura machista sigue siendo un factor importante de la configuración de las representaciones sociales de los colombianos. Igualmente, según otro estudio de la Consejería publicado en enero del 2015, cada cuatro días una mujer es asesinada por su pareja. Datos como estos solo reafirman que esta aclaración conceptual se haga tan necesaria.
La Corte Constitucional recalcó que la responsabilidad recae sobre el Estado y la sociedad “[para] prevenir, atender, investigar, sancionar y erradicar este fenómeno”, y además reiteró que los feminicidios no deben ser catalogados como pasionales debido a que “no es una historia de amor sino de sometimiento de una mujer por un hombre que la considera subordinada y se resiste al acto civilizado de entender que la debe dejar en paz porque ella ya no lo quiere, y elige ejecutar el acto más contundente de despotismo que es la eliminación de la víctima de la relación de poder”.
Asimismo, para la Secretaría de la Mujer “la sentencia se convierte en un trascendental precedente jurisprudencial” que además permita la comprensión de la violencia en su magnitud real “y apunte así como objetivo central a la prevención de futuros feminicidios a través de una respuesta adecuada en la identificación de los primeros actos de sometimiento, control e instrumentalización que viven las mujeres en un continuum de violencia consecuencia de la discriminación y dominación”.
Activistas como Mar Candela, esperan que este histórico fallo y el llamado de atención por parte de la Corte logren que los casos de feminicidio dejen de ser llamados erróneamente como “crímenes pasionales” y así se tome más es serio esta problemática que afecta a las colombianas. Además, se espera que con el lanzamiento del Observatorio de Mujeres y Equidad de Género, el pasado 27 de marzo, la Secretaría Distrital de la Mujer logre adelantar procesos más profundos de investigación y sensibilización frente a esta problemática.
Por: Angie Lizeth Alvarado