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Los aliados para prevenir la violencia de género en Bogotá

 

 

Por: Paola Andrea Velandia Vega

 

En lo que va corrido del año han sido asesinadas 305 mujeres, lo que significa un aumento de casos en comparación con el primer cuatrimestre del año pasado. Bogotá encabeza la lista de las ciudades con más casos de feminicidio, lesiones personales y ataques con ácido en el país. Ante estos datos, es necesario preguntarse qué está haciendo la Alcaldía y demás entes distritales para frenar los flagelos cometidos contra la población femenina que habita en la capital.

 

En la actualidad, existen diversas estrategias que buscan prevenir los diferentes tipos de violencia (psicológica, sexual, física y económica), empoderarlas y hacerlas partícipes de programas en los cuales se pretende que los derechos de las mujeres se cumplan. Aunque no son una novedad, los diferentes mecanismos que ha creado el distrito no son conocidos por los habitantes, pues en los medios la información se trata superficialmente y no todos tienen acceso a la misma. Por este motivo, varias situaciones de violencia o inequidad contra la mujer, que se pueden prevenir a tiempo continúan sucediendo.

 

SOFIA

 

Para comenzar, Sofia significa: Sistema Orgánico Funcional Integral y Articulador para la protección a mujeres víctimas de violencias. De éste, hacen parte todas las entidades del Distrito, pero quienes más se han hecho presentes son la Secretaría de Salud, de Educación y de la Mujer.

Esta es una de las estrategias de prevención más fuertes que hay en Bogotá, ya que reúne a todos los entes de control de diversas áreas de la ciudad, con la intensión de hacer que en la capital la violencia contra la mujer sea denunciada y castigada, pero además que los derechos de las víctimas se respeten y, a la vez, se cumplan de manera íntegra. Las acciones conjuntas que se realizan en este sistema, involucran a comisarías de familia, casas de justicia, hospitales, entre otras instituciones, que deben brindar una atención oportuna a la mujer para que se cubran todos los aspectos en los cuales puede ser vulnerada.

 

Sofia fue creado por el Consejo de Bogotá mediante el acuerdo 421 del 2009. En un documento que sintetiza las labores del sistema y que se encuentra en la página web de la Secretaría Distrital de la Mujer, se especificó el principal objetivo: “generar una estrategia Interinstitucional que permita atender de manera prioritaria y con enfoque de género a las mujeres víctimas de violencias incluyendo la garantía de la atención médica y sicológica, el acompañamiento institucional y la asesoría jurídica en todas y cada una de las localidades de Bogotá”.

 

Y aunque han pasado seis años desde la creación de esta estrategia distrital, hasta el 2014 tomó mayor acogida entre la población y los medios de comunicación masivos, pues se lanzaron diversos afiches que mostraban los diferentes tipos de violencias por los que pueden pasar las mujeres. Las imágenes pretendían demostrar que un hecho de violencia basado en la condición de género es un asunto serio y que debería, en la mayoría de los casos, ser atendido por todos los estatutos legales.

 

Por otro lado, la mayoría de las mujeres no conoce esta estrategia porque no se ha publicitado adecuadamente, por ejemplo, en una entrevista en Blu radio, el sistema fue presentado como: Sofia, la campaña que busca combatir violencia contra la mujer en Bogotá y aunque uno de los lineamientos de esta estrategia es esa, los programas que se desarrollan no se limitan a realizar afiches para ser expuestos en la ciudad. Además, la información presentada no les permite a las mujeres conocer a profundidad que hay diversas alternativas que buscan preservar la vida de la población femenina que habita en la ciudad.

 

Dentro de los programas, estrategias y políticas con las que cuenta  Sofia, se encuentra la línea púrpura, la casa de igualdad de oportunidades, la línea 155 en convenio con la Policía Nacional, las casas de justicia, entre otros.

Foto: Publicidad de SOFIA. Representa los cuatro tipos de violencia contra la mujer. Por: Paola Velandia.

Línea 155   

   

Es la línea de orientación a mujeres víctimas de violencias. Fue implementada por la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, el 2 de septiembre del 2013 y las personas que atienden los casos con integrantes de la Policía Nacional con conocimientos interdisciplinarios quienes están presentes las 24 horas del día durante los siete días de la semana.

 

Lo interesante de este mecanismo es que al ser manejado por el Gobierno Nacional, cualquier mujer del territorio colombiano puede llamar a buscar asesoría y orientación en temas que tienen que ver con la violencia de género. Según un informe de prensa que se encuentra en la página web de Equidad Mujer, la línea 155 también le apuesta a que sea usada como “una herramienta al alcance de todas las mujeres colombianas, para profundizar en el conocimiento que tienen de sus derechos, lo cual permite avanzar en la prevención de los delitos en contra de las mujeres.”

 

En los departamentos en los que más se reciben llamadas son Bogotá, Atlántico, Valle y Antioquia. Durante el 2013, se atendían aproximadamente 300 o 400 llamadas al día, mientras que durante el año 2014, se recibieron 280.148 llamadas.

 

Aunque están siendo efectivas las acciones que se realizan desde esta línea de orientación y prevención, es necesario que la sociedad conozca este instrumento que desde su creación está trabajando para que la violencia contra la mujer deje de hacer parte de la cotidianidad colombiana.

 

Casas de igualdad de oportunidad para las mujeres

 

Este proyecto fue implementado de acuerdo a lo establecido por el Plan de Desarrollo Distrital denominado “Bogotá Humana”. Según documentos institucionales disponibles en la web de la Secretaría Distrital de la Mujer, las metas del proyectos son tres: “poner en operación 20 Casas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres, empoderar 50.000 mujeres en el ejercicio de sus derechos mediante las Casas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres en 20 localidades y fortalecer 100 organizaciones de mujeres mediante las Casas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres”.

 

Estas metas se han ido cumpliendo pues actualmente la ciudad cuenta con una CIO (Casa de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres) por cada localidad, sin embargo se está analizando la posibilidad de instaurar una casa por UPZ (Unidades de Planeamiento Zonal). Dentro de los avances más importantes de este proyecto se encuentran los servicios que brinda, puesto que las mujeres que decidan hacer parte de estas casas, cuentan con la ayuda de mujeres profesionales en áreas de psicología, derecho, salud y trabajo social que colaboran con intervención y orientación social, jurídica y psicológica.

 

Además, constantemente se están brindando talleres gratuitos de sistemas, manualidades, danza y, a la vez, se hacen charlas académicas para que las mujeres que participen se instruyan y así se destaquen cada vez más. De estos proyectos he sido testigo durante varias oportunidades, por ejemplo, una vez asistí a un conversatorio sobre la participación política de las mujeres y me pareció que la labor que llevaban a cabo las funcionarias de la CIO de Chapinero realmente traía frutos y ejercía una influencia positiva sobre las participantes de este lugar. Para la lideresa de la Unidad de Planeamiento Zonal número 89, Jennifer Montañez Tovar la meta de estos conversatorios para las mujeres es “ganar más espacios de decisión, porque hay muchos espacios de participación pero la incidencia de la mujer en ellos es muy baja. La Secretaría Distrital de la Mujer está luchando mucho para que hayan muchas edilesas, muchas mujeres en el consejo y asimismo ellas representen los derechos de las mujeres”.

 

Recuerdo bien que ese día habían personas de diferentes rasgos de edad, la mayoría eran mujeres mayores de edad, mientras que yo era la más joven. Era conmovedor escuchar sus historias, pues contaban que gracias a esta institución habían renacido pues algunas creían que luego de cierto tiempo, ya eran inútiles en la sociedad. Una de las asistentes al evento, Luz Angela Rozo me comentó en esa ocasión: “me parece excelente, porque es una opción para compartir con mujeres de diferentes niveles, de diferentes estratos; y aprender muchas cosas que uno no conoce. La ventaja de este tipo de conversatorios, es hacer que las mujeres nos unamos más y conozcamos que hay muchas oportunidades que se le pasan a uno por delante”.

 

Algunos de los puntos más importantes que se trataron en dicha reunión, fueron los planes para crear una escuela de formación política para las mujeres. Al nombrar los beneficios de tener voz y voto dentro de las decisiones de la capital, a más de una nos quedó sonando la idea de participar activamente de estos procesos que son importantes para nosotras y los demás. Sumado a esto se elimina aún más las brochas de desigualdad que durante tanto tiempo han enfrentado las mujeres en Bogotá y el resto del país.

 

Creo que el empoderamiento es un punto a valorar dentro de las acciones que se emprenden desde las estrategias distritales, pues lo que hace que las mujeres puedan vivir seguras y sin miedo dentro de su hogar y la ciudad en la que viven y conviven es, precisamente, brindarles el poder para que se expresen y a la vez sean escuchadas.

 

Línea Púrpura Distrital

 

Cuando indagué sobre la Línea Púrpura Distrital y tuve la posibilidad de conocer a las personas que trabajaban dentro de esta organización, me gustó ver como un equipo tan comprometido hace todo lo posible, para visibilizar esta estrategia que pretende prevenir el feminicidio, brindando un seguimiento personalizado a cada caso. De esta manera, se espera que la mujer que ha sido víctima, se sienta segura en un lugar en donde su vida no esté en riesgo, ni se vulneren sus derechos.

Infografía sobre las diversas estrategias distritales

 

El día que asistí a mi entrevista con la coordinadora de la línea, Ivonne Robles, encontré un ambiente de cordialidad, amabilidad y entrega. Era posible sentir cómo las mujeres que  trabajan allí y entre las que se encuentran médicas y psicólogas trabajan con esfuerzo para que la línea sea visible y también para ganar la confianza de las mujeres capitalinas.

 

Tuve la oportunidad de observar de lejos cómo se atendía un caso y aunque no escuché ningún detalle, la funcionaria que estaba a cargo de la llamada prestaba atención a cada palabra que le decía la mujer que estaba al otro lado de la línea y además se encargaba de resolver cualquier duda. La Línea Púrpura Distrital funciona bajo el número gratuito 018000112137 de lunes a viernes de 8:00 am a 5:00 pm. Cuenta con lineamientos en los que se atienden casos de salud, pero también activa rutas de atención y elimina barrera de acceso en atención judicial, social o de otros ámbitos en los que las mujeres víctimas o con problemas graves, no son atendidas de forma prioritaria.

 

Después de durar un tiempo hablando con Ivonne Robles, me inquietó saber qué papel cumplían los hombres dentro de la línea, pues con el slogan de “mujeres que escuchan mujeres” no veía alguna participación masculina. Ella me contestó que hay varios hombres agresores que siguen persiguiendo a las mujeres y que incluso llegaban a visitarlas a las cuatro casas refugio que hay en la ciudad, las cuales están diseñadas para proteger a las víctimas que tienen un nivel de inseguridad alto en el que se detecta que puede estar en riesgo su vida o la de su familia. 

 

 

 

Además, Ivonne Robles afirmó que “no es que escuchemos un hombre y colguemos, pero han pasado casos donde llaman, les hemos dado respuesta y después volvemos a llamar para hacer un seguimiento y resulta que no era la misma persona que había llamado”. Sin embargo, me aclaró que la información es para todos, y que esperan contar cada vez más con el apoyo de hombres que estén con la causa.

Aunque la Línea Púrpura Distrital comenzó a funcionar en febrero de este año, ya ha atendido más de 130 casos. Pero Robles asegura que un problema es la publicidad que se ha realizado, pues el presupuesto no permite hacer una difusión masiva acerca de esta estrategia. Sin embargo, comenta que: “lo que hacemos es buscar espacios donde se encuentren muchas personas a nivel local. En cada una de las localidades miramos que nos puede servir”.

Luego de terminar de hablar con Ivonne, quise hablar con otra funcionaria. Ximena Rojas, quien es la encargada de la coordinación territorial de la Línea Púrpura Distrital, me demostró que el buen desempeño del equipo de trabajo, es el que hace que las llamadas tengan éxito e incluso ayuden a salvar vidas.

A ella le pregunté cómo había llegado a ser parte del equipo de trabajo de la línea, me contó que siempre le había apasionado el tema de trabajar en pro de las mujeres y que al saber de la convocatoria, participó y quedó seleccionada. Su cargo consiste en “hacer el enlace con los territorios, es decir, las localidades de Bogotá. […] las mujeres que llaman necesitan eliminar barreras de acceso por diferentes razones y eso es lo que hacemos desde aquí”.

Como durante mi visita escuché algunos ejemplos de casos de violencia, me pregunté cómo manejaba la información que recibe día a día, ella afirmó que “es muy apasionante porque se trata de construir. Es saber cómo se va a atender, cómo se hace el enlace, con quién no lo haces, con quién se habla y con quién no para ayudar a la mujer de inmediato”.

Pero mi curiosidad seguía y quise saber si se había dejado afectar emocionalmente o si se definía como una persona sensible. Aunque formulé la pregunta con inseguridad, Ximena Rojas me afirmó que la sensibilidad es necesaria pues “parte de este ejercicio es sentir como las otras”. Aunque afirma que cada caso tocaba las fibras del corazón, Rojas concluye que “también hay que pensar que no afecte tu plano personal, que no te lleves eso para la casa, sino te irías muy cargada. Pero te tiene que atravesar algo en tu cuerpo y en tu alma para que realmente sigas empeñada en trabajar en esto”.

 

***

Las estrategias por parte del Distrito en Bogotá están, existen y además han traído resultados positivos, ayudando a salvar vidas y mejorar la integridad de la población femenina. Lo que hace falta es conocerlas para apropiarse de ellas y que desde los entes gubernamentales y la sociedad en general, se le empiecen a dar la importancia que se merecen. Estos mecanismos son los que ayudan a combatir, pero a su vez, prevenir todos aquellos hechos que hacen que aún en Bogotá no se viva una ciudad libre de violencias contra las mujeres. 

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